Aquellos que han viajado por el sudeste asiático estarán familiarizados con el turismo de elefantes. Los elefantes son fáciles de ver en los lugares turísticos, así como en los zoológicos. Sin embargo, se dice que los elefantes están en peligro de extinción.

La Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza clasifica al elefante asiático como especie en peligro (EN). Esto significa que está en peligro de extinción en un futuro próximo. Se estima que actualmente viven unos 50.000 elefantes asiáticos, y su número sigue disminuyendo.

La imagen de arriba muestra el cambio en el hábitat del elefante asiático. En el pasado, los elefantes asiáticos vivían en áreas amplias representadas por la parte más clara de la imagen. Actualmente, solo viven en las áreas representadas por la parte más oscura de la imagen. La disminución del hábitat del elefante asiático se aceleró a partir del siglo XVIII. Se estima que ha disminuido en 3,3 millones de km². A medida que comenzó la colonización de la región, se produjo el desarrollo y, al mismo tiempo, disminuyó el hábitat.

La disminución del hábitat es un problema, pero lo que más amenaza al elefante asiático es el comercio de marfil. Los colmillos de elefante se procesan y se venden como joyas, entre otras cosas. Se dice que el marfil se vende por más de 2 millones de wones por kilogramo. Por esta razón, los cazadores furtivos se han multiplicado. El comercio ilegal de marfil ha sido un problema desde hace mucho tiempo y, en 1989, se prohibió el comercio internacional de marfil. Sin embargo, los cazadores furtivos no han dejado de comerciar con marfil. Hoy en día, dicen que el marfil de elefante se comercia online.

Los colmillos de elefante tienen diferentes longitudes. Los cazadores furtivos siempre han cazado los colmillos más fuertes y largos, por lo que muchos elefantes con colmillos fuertes han muerto, lo que ha provocado un aumento en el número de elefantes que nacen sin colmillos. En el pasado, el 4% de los elefantes nacían sin colmillos, pero hoy en día, esa cifra ha aumentado hasta el 30%. Además, los elefantes que nacen con colmillos tienden a tener colmillos más cortos que largos y fuertes. Estos resultados de la investigación dan una idea de la magnitud de la caza furtiva humana. No solo los colmillos de los elefantes se comercializan, sino también su piel, su cola y sus cerdas, por lo que no es extraño considerar al ser humano como el enemigo natural de los elefantes.

Los tours de elefantes que recorren los lugares turísticos montados en la espalda de un elefante se consideran un elemento esencial del turismo en Tailandia. El turismo que utiliza elefantes puede ser una forma de evitar la extinción de los elefantes si se gestiona correctamente, pero puede poner en peligro a los elefantes si se gestiona mal. El año pasado, se publicó en Tailandia una foto impactante de un elefante que había transportado turistas durante 25 años. La imagen del elefante con la columna vertebral hundida fue impactante, pero aún más impactante fue el hecho de que el dueño del elefante lo abandonó cuando ya no podía transportar turistas. Se dice que el elefante está siendo protegido por la Fundación de Amigos de la Vida Silvestre de Tailandia.

El elefante es un animal gigante típico. Al ser mucho más grande que los humanos, puede parecer que llevar a una persona en la espalda no supone ningún problema para los elefantes, pero si se aplica continuamente peso desde arriba, incluso los elefantes más grandes no pueden evitar el estrés.

El elefante es considerado un animal muy sagrado en el hinduismo. Uno de los dioses hindúes, 'Ganesha', tiene la forma de un humano con cabeza de elefante. También visten a los elefantes con telas brillantes y organizan procesiones.

Los elefantes pueden ser animales muy familiares para los humanos. Los elefantes, que simbolizan la buena suerte, ¿no es cierto que los humanos solo reciben buena suerte de ellos sin devolverles nada? Es hora de devolver la buena suerte a los elefantes, que han sido sacrificados por el placer y el beneficio económico de los humanos.