La comercialización de vehículos eléctricos se está generalizando y los fabricantes de automóviles están anunciando el fin de los vehículos de combustión interna. Volkswagen tiene como objetivo aumentar la proporción de vehículos eléctricos al 80% en Europa y al 55% en América del Norte para 2030, y Mercedes-Benz ya ha anunciado que dejará de fabricar vehículos de combustión interna a partir de 2023. El transporte público también está cambiando a autobuses de hidrógeno o eléctricos. En medio de la creciente producción de vehículos eléctricos por parte de las empresas, las baterías de estado sólido están recibiendo atención como una solución para los problemas de las baterías de vehículos eléctricos.

Los vehículos eléctricos actuales utilizan baterías de iones de litio. En el caso de las baterías de iones de litio, el electrolito que permite que la electricidad fluya entre el ánodo y el cátodo es un líquido, por lo que existe el riesgo de fugas. Además, el líquido es inflamable, por lo que existe riesgo de explosión a altas temperaturas. Si se produce un incendio en un vehículo eléctrico, la extinción del incendio es difícil y, si no se extingue correctamente, existe la posibilidad de una explosión secundaria, lo que puede provocar un grave accidente.

Las baterías de estado sólido están surgiendo como una alternativa que supera las desventajas de las baterías de iones de litio. El electrolito es sólido, por lo que no hay riesgo de fugas debido a impactos, y no contiene materiales inflamables, por lo que la posibilidad de ignición es baja y es relativamente seguro. Sin embargo, las baterías de estado sólido todavía están en fase de desarrollo. Recientemente, Solid Power, una empresa estadounidense de baterías de estado sólido, y SK de Corea del Sur han anunciado que acelerarán el desarrollo de baterías de estado sólido.

El uso de baterías de estado sólido no solo reduciría el tiempo de carga, sino que también mejoraría el alcance. Las baterías de estado sólido parecen resolver casi todos los problemas que los usuarios de vehículos eléctricos han expresado. Las empresas ya se han lanzado al desarrollo de baterías de estado sólido. Los gobiernos también están proporcionando apoyo a la industria de las baterías de estado sólido para mejorar la competitividad nacional. Las principales empresas tienen como objetivo comercializar las baterías de estado sólido entre 2025 y 2028.

En este momento, en el que la era de los vehículos de combustión interna está llegando a su fin y la era de los vehículos eléctricos está comenzando, el precio sigue siendo la mayor barrera para la comercialización de vehículos eléctricos. Actualmente, muchos consumidores renuncian a la compra debido al precio de los vehículos eléctricos. Si se desarrollan las baterías de estado sólido, es probable que el precio inicial vuelva a ser un obstáculo. Sin embargo, al igual que sucedió con las baterías de iones de litio, es probable que el precio se estabilice gradualmente con el tiempo, pero se espera que pase bastante tiempo hasta que se reduzca a un nivel aceptable.

Hace poco, Chicago, Estados Unidos, experimentó una ola de frío ártico. La temperatura percibida alcanzó los -30 grados centígrados, y los vehículos eléctricos tuvieron más problemas que las personas. Los vehículos eléctricos se congelaron y se descargaron, por lo que las estaciones de carga se llenaron de gente. La carga en sí misma tampoco funcionó correctamente, y se volvieron a oír voces de descontento con los vehículos eléctricos. Los vehículos eléctricos requieren que se produzca una reacción química entre el ánodo y el cátodo para que fluya la electricidad y funcionen correctamente. Cuando las temperaturas descienden drásticamente, esta reacción química se ralentiza, provocando problemas en la batería. A medida que el cambio climático provoca olas de calor y frío extremos con mayor frecuencia que antes, se espera que la introducción de baterías de estado sólido resuelva este problema.